Suboficial que mató a joven tenía arresto domiciliario
Florentín está imputado por homicidio doloso en forma agravada tras haber disparado contra jóvenes que se encontraban en la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA). Fue Quintana quien recibió nueve perdigones de bala provenientes de un escopetazo.
El hecho causó conmoción, incluso a nivel internacional, pues los efectivos policiales no solo ingresaron sin orden judicial al lugar sino que mataron a un joven desarmado.
En el documento explicó que el suboficial imputado guardaba arresto domiciliario por violencia familiar en la Comandancia, hasta que alrededor de las 18.00 del viernes aprovechó para escaparse en medio de un enfrentamiento entre policías y manifestantes en las inmediaciones.
Pero, antes de huir, tomó una escopeta calibre 12 que se encontraba en el armerillo de la Compañía Antidisturbios de la Agrupación de Seguridad. También llevó consigo un casco táctico puesto por la cabeza.
De esta forma, la Policía Nacional intenta explicar el motivo por el cual se usaron balas de metal contra los jóvenes en el PLRA.
El documento sostiene que no había una orden para que preste servicio ni en forma escrita ni verbal, por lo que asegura que realmente violó la medida sustitutiva a la prisión impuesta por el Juzgado el 15 de marzo pasado.
De acuerdo con las informaciones que tiene la fiscala María Raquel Fernández, quien investiga el asesinato de Quintana, el oficial imputado era el único agente Antidisturbios con destino en la Comandancia de la Policía, en tanto que los demás identificados como Arnaldo Andrés Báez, Jorge Ramírez y Éver Benítez dependían de la Agrupación Especializada. Estos últimos, por el momento, están fuera de la investigación.
Gustavo Florentín se abstuvo de declarar ante el Ministerio Público, pero en Telefuturo refirió que las armas fueron proveídas por la Policía Nacional y que él desconocía que en realidad contenían balas de metal.