Las autoridades penitenciarias suspendieron al director de la Penitenciaría Regional de Villarrica, Denis Caballero, luego de que se detectara un intento de fuga de cinco miembros del Primer Comando Capital (PCC) mediante un oficio judicial falsificado. El viceministro de Política Criminal, Víctor Benítez, confirmó la intervención del penal y la apertura de una investigación para determinar responsabilidades.El hecho ocurrió el sábado por la noche cuando un individuo, identificado como una persona conocida en el ámbito judicial de Villarrica, presentó el Oficio N° 76 S.D.N. N° 13 de fecha 31/01/25, el cual supuestamente otorgaba medidas alternativas a la prisión para los reclusos Glauber Fernández Dubal, Adalberto Riveiro Machado, Jonathan Da Silva Brum, Bruno Wesleyborges Amador y Rhuan Da Silva Aires, todos de nacionalidad extranjera.

El documento fue recibido sin objeciones en la penitenciaría, pero al llegar a la sección de Judiciales de la Policía, un suboficial notó irregularidades y procedió a verificar su autenticidad. Fue entonces cuando se constató que el oficio era falso y se evitó la liberación de los internos.

 

El viceministro Víctor Benítez señaló a radio Cardinal que la cadena de mando dentro del penal no frenó el procedimiento ni verificó la validez del documento antes de proceder con su trámite. Ante esta grave omisión, el director de la Penitenciaría Regional de Villarrica, Denis Caballero, será suspendido, y se investigará a los funcionarios penitenciarios que participaron en el proceso.

La investigación apunta a un esquema de corrupción dentro del penal, ya que el documento fraudulento no fue entregado por un abogado de los reclusos, sino por un particular sin vínculo oficial con el caso. La fiscal de Villarrica, Gladys Giménez, tomó intervención en el hecho y abrió una causa por falsificación de documentos y tentativa de fugaMientras continúan las averiguaciones, los cinco internos involucrados fueron trasladados al Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Encarnación, considerado de mayor seguridad. Se sospecha que los reclusos forman parte de una estructura criminal dedicada al tráfico de drogas y otros delitos transnacionales