La imaginación de este hombre no tiene límites. Tenía un auto que supuestamente ya no tenía solución, pero lo convirtió en parrilla y sorprendió a todos.

Se trata de Rubén Recalde, de 35 años, quien tuvo una gran idea tras quedarse sin trabajo y decidió convertir su vehículo en una parrilla.
Su rodado ya no tenía solución, según explicó al Extra, por lo que decidió darle un mejor uso.
Le sacó el mayor de los brillos a su Subaru Impreza GC8, año 1999, y en la parte del capó colocó la parrilla para asar carne y los chorizos, para compartir con los amigos.
Mientras que lo que antes era una valijera, ahora se convirtió en una conservadora y la cabina es un depósito.
El invento es muy llamativo y las personas que lo ven, incluso quieren sacarse fotos con el.