El Tribunal de Sentencia de Fernando de la Mora integrado por Victoria Ortiz, Pedro Naser y Natalia Muñoz, condenó a penas de entre 20 a 22 años a los miembros de una familia que intentaron asesinar a una mujer embarazada.

Roque Javier Vera fue condenado a 22 años, mientras que Marco Britez Armoa, Martín Antonio Vera y Bernardina Dure Aquino, fueron sentenciados a 20 años de encierro, por ser parte de un plan para matar a Wilma Castillo.

El entramado de esta historia tuvo sus inicios cuando Bernardina Duré, esposa de Martín Vera, viajó a España para trabajar. Entonces el varón en el año 2019 comenzó una relación amorosa con Wilma Castillo. Pasaron los meses y Wilma quedó embarazada de Vera.

La mujer estaba esperando mellizos y le comunicó el hecho a su pareja. Para esa época Bernardina volvió al país y Martín Vera le confesó la infidelidad, lo que pasó después fue que ambos decidieron que debían seguir juntos y que la que estaba “molestando” era Wilma por lo que decidieron matarla.

De ahí en más se armó un plan para matar a tercera en discordia, del cual participaron activamente Bernardina y Martín, para eso contrataron los servicios de dos sicarios Roque Javier Vera y Marcos Britez.

El 28 de mayo de 2019 Wilma Castillo debía realizarse una ecografía y Martín Vera, le dijo que la iba a acompañar, pero que se iban a encontrar a las 10:00, sobre la avenida Avelino Martínez y Atlanta, de la ciudad de San Lorenzo. La mujer estuvo a la hora pactada en el sitio, minutos antes Martín llamó a Wilma para preguntarle si ya estaba en el lugar acordado y ante la respuesta afirmativa se dio aviso a los sicarios.

Vera y Britez aparecieron en el sitio en una motocicleta y fingieron que iban a asaltar a Wilma, pero en realidad se acercaron y Vera abrió fuego contra la embarazada, quien fue herida de tres balazos y los hombres pensaron que la habían matado.

La víctima fue auxiliada y llevada a un hospital, donde relató lo ocurrido, la policía salió a buscar a los sospechosos y los detuvo. Del poder de los dos sicarios incautaron sus teléfonos celulares y ahí se descubrió el trasfondo del hecho.

Encontraron una gran cantidad de mensajes se enviaron los dos sicarios con Bernardina y Martín, en donde días antes planearon cómo iba a ser el ataque y también minutos antes del atentado seguían enviando mensajes.

Todas estas pruebas fueron demostradas en el juicio oral por la fiscala Ana Girala, quien solicitó las elevadas penas para las cuatro personas que planearon y ejecutaron el hecho.

Los miembros del Tribunal de Sentencia señalaron que los hechos quedaron plenamente demostrados y condenaron a las cuatro personas.