La mujer que trabajaba con Javier Ibarra se encuentra desempleada y con deudas que pagar. Si bien obtuvo su libertad condicional, sigue vinculada al proceso, pero ya no tiene forma de solventar un abogado. Pide que se la desligue del caso.

Aida Villalba, quien se desempeñó como empleada de Javier Ibarra hasta el 24 de noviembre, continúa bajo investigación por su implicancia en el asesinato del exfiscal, debido al hallazgo de restos de antimonio en sus manos. 

“Estoy todavía en el proceso y no entiendo, si ya encontraron el arma al asesino, ¿qué más quieren de mí?”, lamentó Villalba en entrevista con la 1080 AM.

Villalba obtuvo su libertad condicional ayer lunes, sin embargo, la Fiscalía la mantiene en la mira hasta que se aclare cuál fue su participación en el caso y por qué llegó a tocar el arma en algún momento. 

Me perjudicó bastante todo esto, estoy sin trabajo y con muchas deudas, no estoy pudiendo conseguir mi libertad total, no tengo más cómo pagar abogados y hasta ahora no me quieren desligar del caso”, expresó Villalba.

Indicó que con la fachada de involucrada en un crimen, le resultará muy difícil volver a encontrar un empleo y que en este momento ni siquiera puede moverse con tranquilidad, debido a las medidas que pesan sobre ella.

Consultada acerca si Javier Ibarra estaba al día en el pago del salario que le correspondía, contestó que sí y dijo desconocer algún problema económico del exviceministro.

La pregunta saltó ante la hipótesis del fiscal Julio Ortiz, quien reveló que Ócar Caballero reclamaba una deuda de cuatro meses de salario y que esto provocó su reacción.