Acostado en la cama de su habitación, con los pies tocando el suelo y totalmente cubierto por una frazada, fue encontrado don Aquilino Brítez, un conocido y querido poblador de la compañía San Carlos, del distrito de San Juan Nepomuceno, en Caazapá.

Ante su ausencia en la mañana del jueves, vecinos del abuelito de 77 años decidieron ir hasta su vivienda para ver qué pasaba, y se encontraron con un estremecedor escenario. Creyendo que aún dormía, quisieron destaparon al hombre y lo vieron en medio de un charco de sangre.

Rápidamente dieron aviso a los agentes de la comisaría jurisdiccional, quienes dieron participación a los agentes de Investigación de Delitos. Los uniformados constataron que el cuerpo presentaba varios cortes, presumiblemente hechos con machete, de acuerdo al relato del comisario Eladio Martínez.

El jefe de Investigación de Delitos comentó que la víctima presentaba cortes en las muñecas y brazos, aparentemente porque intentó defenderse. Además, presentaba heridas profundas a nivel del cuello, nuca y rostro; el último de considerable tamaño, afirmó.

La precaria vivienda de madera presentaba una abertura en la pared, por donde se presume ingresaron los asesinos, quienes aparentemente habrían llevado algunas pertenencias del lugar, refirieron los vecinos.

¿Por qué?

“El móvil del crimen es un poco complicado porque el hombre no tenía problemas con ningún vecino, no tiene enemigos en la comunidad. Además, el único ingreso económico que podía tener es su pensión de la tercera edad que recién hoy tenían que depositarle. La saña es muy rara para un pueblo tan pequeño y tranquilo”, expresó el uniformado.

El jefe policial agregó que, según familiares, el hombre tenía un celular que hasta la mañana del domingo estaba encendido, pero después dejó de sonar. Los vecinos manifestaron también que contaba con un arma de fuego que no fue hallada en el sitio.

Los efectivos encontraron varias huellas de pisadas que eventualmente podrían ayudar a la identificación de los autores. Fuente: EXTRA