El Senado de Argentina aprobó en la madrugada de este miércoles un proyecto que permite acceder libremente al aborto hasta la semana 14 de gestación, que fue impulsado por el Gobierno de Alberto Fernández y era un reclamo histórico de los colectivos feministas.

El texto, que ya había sido aprobado por los Diputados el 11 de diciembre pasado, recibió los votos a favor de 38 senadores, 29 en contra y una abstención, tras una sesión de 12 horas y durante la que miles de personas, a favor o en contra de la ley, se concentraron a las afueras del Congreso a la espera del resultado.

El proyecto representa un fuerte cambio respecto a la situación actual -en la que solo se permite abortar legalmente si la mujer sufrió una violación o corre peligro su vida- y autoriza la objeción de conciencia de los facultativos que no quieran participar del aborto, pero siempre que deriven con rapidez a las pacientes a otros profesionales que lo lleven a cabo.

La ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, Elizabeth Gómez Alcorta, consideró este miércoles que la aprobación de la ley del aborto «es un gran triunfo del movimiento de mujeres» y «un hecho histórico».

 

«Hoy hicimos historia», señaló la ministra.

Hasta ahora, y según el Código Penal de 1921, en Argentina solo se permite abortar legalmente si la mujer sufrió una violación o corre peligro su vida, dos causales que se mantienen en la nueva ley para poder interrumpir el embarazo más allá de las primeras 14 semanas de plazo.

«Este es un gran triunfo del movimiento de mujeres y de la diversidad que vienen luchando por esta ley desde hace décadas, que se conjugó con la decisión política de un Gobierno que llegó para ampliar derechos. Hoy tenemos una Argentina más justa», agregó Gómez Alcorta.

El proyecto sancionado también permite abordar la problemática de los abortos clandestinos, que según estimaciones de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá), fue causa de muerte de alrededor de 3.200 madres desde el retorno de la democracia en 1983.

Para Gómez Alcorta, la «conquista de este derecho es un hecho histórico».

«Hoy tenemos un Estado presente, que deja de ser indiferente a un problema de salud pública y de justicia social», aseveró, y adelantó que ahora comienza una nueva etapa en la que se trabajará en la reglamentación y en la implementación de la ley en todo el país.

 

«También sabemos que toda nuestra querida región nos está mirando, y no tengo dudas que toda Latinoamérica avanza junto a las mujeres argentinas», concluyó.