Desde el inicio de su campaña, el joven ex ministro entendió que su apellido «Soto» lo condenaba desde el principio. Por ese motivo solo instaló «MARCELO» como imagen en publicidad, tratando así de no traer a la memoria de la gente su apellido «Soto», que es símbolo de la vieja política, que ha utilizado el poder solo para obtener cargos con jugosos salarios a todos sus familiares cercanos.

Queriendo instalar su imagen de candidato joven y con visión renovada no le resulto, porque ha seguido los pasos de la «vieja política», utilizando cuantos actos del estado para hacer proselitismo, muchas veces utilizando el engaño en temas tan sensibles como programas de Tekoporâ y Tercera Edad.

RECHAZO DE BABY SOTO

El alto rechazo a su progenitor, hace de que no haya podido ganar la confianza de la gente, porque la mayoría sabe de que, en caso que gane, Baby Soto sería quien maneje los hilos en la Gobernación y es muy conocido su poco apego a la gente.
Por eso al confirmarse la lista de diputados de Honor Colorado, donde Baby es número 2, la ciudadanía entendió que la «sed de poder» de este clan familiar no tiene límites y Marcelo empezó a estancarse en cuanto a la intención de votos.

LISTA DE DIPUTADOS NO ES PRIORIDAD

En varios distritos del departamento de Caaguazú, los equipos de Honor Colorado tienen «otros candidatos» para diputados, tal es el caso de Repatriación, donde Jorge Torales no incluyó en ninguna publicidad a Miguel Del Puerto y trabaja con todo su equipo a favor de otra lista. Lo mismo ocurre con San José de los Arroyos y varias otras ciudades. El efecto «Baby Soto» no prende y por ese motivo tratan de desprenderse de esa carga pesada.

FUNCIONARIOS DISGUSTADOS

Varios funcionarios públicos, en especial del área judicial, estan molestos con la cúpula encabezada por Marcelo y Baby Soto debido al «aporte» que debieron entregar para solventar la campaña, dicen que en algunos casos llegó hasta el 30% del salario. Esta actitud también hace de que el rechazo hacia los Soto provenga hasta de su propio equipo.