Tras los allanamientos realizados en las carnicerías en Luque, surgió la interrogante de, ¿Es bueno consumir la carne de caballo? ¿ Cuáles son los riesgos y beneficios de su consumo? Los detalles, a continuación.

La nutricionista Ximena Ramírez explicó en diálogo con la 1020 AM que la carne de caballo no cumple con las condiciones mínimas de higiene para el consumo. En tal sentido, dijo que son muy propensas a las contaminaciones por su mala manipulación a la hora de su venta final.

“La carne equina es prácticamente similar a la bobina, tiene mucho porcentaje de agua y tiene proteínas de alto valor biológico y tiene hierro. El consumo de carne de caballo en sí no es peligroso para la salud. Lo riesgoso es cuando el caballo no fue criado específicamente para su consumo, están expuestos a enfermedades”, expresó la profesional.

Al respecto, acotó que también es riesgoso cuando no se cumplen las condiciones de salubridad, por ejemplo, al momento de sacrificio de la faena, además, que es ilegal una mala manipulación del animal, que no se almacene en cámaras de registración para que las bacterias no proliferen.

“Una carne de caballo que no cumple con las condiciones mínimas de higiene es muy propensa a que venga contaminada y, a eso se le suma la mala manipulación del cliente que lleva a su casa, ahí puede haber una contaminación cruzada lo que la hace potencialmente peligrosa”, reiteró, señalando que la cocción de los alimentos debe llegar a temperaturas de 80 grados como mínimo para que las bacterias mueran.

Cómo afecta a la salud

“Uno compra la carne, pone en su bolsita y apoya sobre algo, ya es una contaminación cruzada (entre el vendedor y comprador)”, detalló la nutricionista.

Esa contaminación cruzada produce diarreas, gastroenteritis y puede complicarse a una encefalitis y no se reduce solo a las complicaciones estomacales, mencionó, a su vez, remarcó nuevamente que, por las condiciones de salubridad a la cual es tratada, conlleva a que no esté apto para su alimentación.