La compatriota tenía varias armas de fuego adheridas a su cuerpo, que tenían como destino Sao Paulo, Brasil.

Los agentes de la Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Brasil procedieron a verificar un ómnibus en el municipio Santa Teresinha durante un control de rutina. En el mismo, viajaba una compatriota, de 56 años, que al notar la presencia de los efectivos se mostró alterada y nerviosa.

Este comportamiento llamó la atención de los intervinientes, quienes la invitaron a descender del bus para inspeccionarla. Así constataron que la mujer tenía ocho pistolas y dos cargadores pegados a su cuerpo con cinta elástica. Asimismo, incautaron una bolsa con otras tres armas de fuego con sus respectivas municiones.

En consecuencia, fue detenida y trasladada hasta la sede de la Policía Federal en Foz de Yguazú. Allí, mencionó a los agentes que las armas las retiró de Ciudad del Este, sin embargo, no proporcionó el o los nombres de los responsables. Indicó que recibiría un pago porque las armas lleguen a la ciudad de San Paulo.