Con alegría Juan Cancio nos contó que es un “campesino con tierra” al que le gusta la chacra además de la música. Armando los discos del arado sufrió un accidente que le cercenó parte de su dedo índice en diciembre pasado, pero hoy vuelve a tocar su amada guitarra.

“Toco la guitarra desde que me sentí, cuando mi papá me regaló el instrumento, yo tenía 8 años. Me dediqué a la música toda la vida hasta este accidente”, contó Juan Cancio .

Fueron cuatro meses de no ejecutar su requinto, “el talento que Dios me prestó, parte de mi vida”, expresó.

Juan Cancio tiene otra gran pasión: el trabajo en la chacra en Caaguazú donde tiene su granja y trabaja con su tractor. Su accidente ocurrió en diciembre del año pasado cuando estaba armando los discos del arado

“Me agarró, me sacó la punta del dedo índice de la mano derecha, salió esa pulpa y se quedó una pielcita por la uña y además tuve fractura”, recordó.

No se amputó el dedo

“Los médicos me dijeron que tenían que amputar la mitad del dedo. Hablé con mi gran amigo, el doctor Jesús Marín, cirujano plástico especialista en manos”, relató.

“Me operó un viernes, y durante estos meses me creció la carne y la uña. Es un milagro de Dios en las manos del doctor Jesús Marín”, sostuvo.

“Yo soy una persona con fe en Dios y todas las cosas que suceden es por causalidad, no casualidad. Sabía que me iba a curar y caí en manos del doctor, y estoy perfecto; ya estoy tocando otra vez”, afirmó con entusiasmo.

Aseguró que no tiene dolor, y recuperó la sensibilidad. “Estoy tocando la guitarra perfectamente”, puntualizó.

La técnica de la salamandra

El Dr. Jesús Marín realizó la restauración a través de células, con una técnica basada en la “salamandra”. “Un reptil de mar que se amputa la mano y en 45 días recupera”, detalló.

Este singular proceso sucede porque el animal “tiene la capacidad de reproducir los factores de crecimiento”, declaró.

La técnica en términos resumidos consiste en “sacar el plasma rico en plaquetas de cuarta y quinta generación, del mismo paciente”, sintetizó. El plasma que se encuentra en la sangre fue centrifugado después.

“El plasma rico en plaquetas luego se infiltra en el tejido y el gel se coloca encima. Se cubre con un film osmótico. En 40 a 45 días crece por agregación de tejido de granulación”, amplió.

Tecnología salvó la función completa de la mano

Y el proceso sigue con led, ozonoterapia, carboxiterapia y láser para que crezca más rápido, según el experto. Con todos estos recursos y tecnología Juan Cancio recuperó el tejido de partes blandas y anexos del dedo, uña, cutícula, etc.

El Dr. Marín realizó una “elongación plástica dirigida con plasma rico en plaquetas de cuarta y quinta generación”, una técnica científica que “ejecutó” con maestría para que sigamos escuchando la música del talentoso Juan Cancio.