Al séptimo mes del año, la deuda pública llegó a los US$ 10.944,8 millones, lo que equivale al 30,9% del producto interno bruto (PIB), según el último informe que dio a conocer ayer el Ministerio de Hacienda. Se prevé que para fin de año alcance el 34,7% del PIB

El nivel de endeudamiento aumentó US$ 2.085,7 millones de enero a julio respecto al monto con que había cerrado el ejercicio 2019, cuando los compromisos totales habían llegado a US$ 8.859,1 millones y esto representaba el 22,7% del PIB.
La deuda con organismos financieros internacionales y tenedores de bonos del Tesoro está compuesta de la siguiente manera: US$ 9.421,0 millones corresponden a la deuda externa por préstamos y emisión de bonos soberanos, que representa el 26,6% del PIB; en tanto que US$ 1.523,8 millones a la deuda interna, 4,3% del PIB, contraída principalmente  por la colocación de bonos en el mercado local.
En esta etapa, el crecimiento de la deuda se produce principalmente desde el inicio de la pandemia, en marzo, luego de la aprobación de la ley de emergencia sanitaria que autorizó la creación de un fondo de US$ 1.600 millones para fortalecer el sistema de salud, mantener en funcionamiento el Estado y mitigar los efectos en la economía.
A esto se sumó la aprobación, a través de la mencionada ley, de otros US$ 390 millones que antes de la pandemia estaban en proceso de aprobación, parte de ese monto fue destinado igualmente a la emergencia sanitaria y el resto se direccionó al nuevo plan de recuperación económica “Ñapu’ã Paraguay”, que está en proceso de implementación, aunque de manera muy lenta.
Para financiar parte de este plan de recuperación, Hacienda confirmó que pedirá al Congreso autorización para un nuevo endeudamiento por US$ 350 millones a ser destinados a obras y programas sociales, como Tekoporã y Pytyvõ 2.0.
Las proyecciones realizadas por Hacienda apuntan a que este año el ejercicio cerrará con una deuda pública de US$ 12.553 millones, lo que equivale a 34,7% del PIB, por encima ya del tope razonable considerado por organismos y economistas locales.