La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap S.A) alega falta de dinero para poder mejorar el precario suministro de agua potable por la falta de infraestructura. Sin embargo, durante la pandemia, la aguatera recibió 120 mil millones de guaraníes tras declararse la emergencia sanitaria.

Hace dos semanas, el titular de la Essap, Natalicio Chase, prometió 100% de seguridad en la provisión de agua, pese a la sequía del momento. Consultado sobre los cortes de electricidad, alegó que la planta de Viñas Cue tiene una línea de trasmisión propia que es cuidada por la ANDE. Sin embargo, desde ayer miércoles, nuevamente se resiente la provisión de agua en distintos puntos del Área Metropolitana tras la falla del transformador eléctrico en el centro de distribución Yrenda.

Carlos López, gerente general de la Essap, estimó hoy que hubo 250.000 usuarios afectados, totalizando unos 750.000 habitantes, y remarcó que se necesita hacer grandes inversiones para contar con un sistema de generadores en la planta de tratamiento, pero que con las tarifas actuales, solo alcanza para hacer operaciones y mantenimiento, no así inversiones en infraestructura.

En el 2018, la Essap subió 22% de la tarifa del agua y en un 100% la del alcantarillado. Llamativamente, tras esto se dieron contrataciones en la aguatera estatal. A principios de este año, Chase también resaltó la necesidad de hacer un reajuste. A su parecer debe subir 28 % la tarifa solo para equiparar los costos básicos de operación y mantenimiento, sin tener en cuenta las inversiones que deben realizarse para mejorar el suministro, pero aclaró que por este año no se evalúa realizar este tipo de modificaciones en el precio.

La aguatera, que asegura estar en la completa miseria, recibió durante la pandemia la suma de 120 mil millones de guaraníes mediante la ley de emergencia sanitaria, de modo a garantizar el suministro del líquido vital a la población.

¿Qué pasó de ese dinero? Hace un mes, Natalicio Chase dijo en entrevista con la Agencia IP que ya fueron utilizados en su totalidad con el fin de garantizar el servicio durante la pandemia y el verano que se aproxima.

Refirió que 60.000 millones se están empleando para ampliar el servicio a 110.000 viviendas de Gran Asunción, con el aumento de capacidad de la planta de tratamiento de Viñas Cué. Este proyecto que encuentra actualmente en licitación de ofertas y requerirá de 18 meses para su conclusión, por lo que estaría culminado para el verano de 2022.

Así también 50.000 millones de guaraníes se destinaron a la construcción de 10 plantas móviles compactas, con el fin de reforzar y garantizar el servicio de agua potable durante este verano en la Capital y alrededores, además de Limpio y Emboscada, en Cordillera. La obra se encuentra actualmente en etapa de construcción para beneficiar a 24.000 usuarios.

En cuanto a los 10.000 millones de guaraníes restantes, que debían ser destinados para la construcción de 14 pozos para la provisión en barrios de Asunción y Central, el presidente de la aguatera estatal explicó que los mismos fueron redireccionados para la construcción de dos plantas de tratamiento en la ciudad de San Bernardino, departamento de Cordillera.

 

Chase dijo además que los 14 pozos para Asunción y área metropolitana ya venían siendo construidos y financiados por la institución antes de que salga la Ley de Emergencia, que salió a finales de abril de este año, por lo que esos recursos se destinaron a las nuevas plantas compactas. En ese sentido dijo que la institución cuenta actualmente con capacidad instalada para 9.600 viviendas y con estas nuevas plantas se ampliaría en 4.800 más, estimando el alcance total en 14.400 viviendas.