Javier Díaz Verón, exfiscal general acusado por enriquecimiento ilícito, viola abiertamente el arresto domiciliario que solicitó por “problemas de salud”. En un solo día abandonó su residencia al menos en dos oportunidades a bordo de lujosas camionetas.

Vidrios polarizados, pero con las ventanas traseras abajo para que los perros de la raza bulldog francés puedan disfrutar del paseo. Así salió la camioneta Toyota tipo Fortuner con chapa OCB 481 de la casa 1525 de la calle Centenario de Asunción a las 14:02 de ayer.

Al volante iba el exfiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, acusado por enriquecimiento ilícito.

El vehículo volvió una hora después. A las 15:06, Díaz Verón ya ni se preocupó de estacionar en el interior de su residencia, sino que lo dejó enfrente de su propiedad.

Descendió de la camioneta e ingresó a su casa con uno de los perros en brazos.

Mientras tanto, el camión de una empresa dedicada a la organización de eventos bajaba insumos para lo que parecía ser algún tipo de fiesta en el interior de la residencia Díaz-Morínigo.

¿Arresto? domiciliario

Díaz Verón está acusado junto a su esposa, Selva Morínigo, por enriquecimiento ilícito.

En febrero de 2019, el ex fiscal general del Estado alegó problemas cardíacos para solicitar que le otorgaran el arresto domiciliario y así poder abandonar su lugar de reclusión: la prisión militar de Viñas Cue.

Sin embargo, la supuesta enfermedad no le impide salir de paseo.

Tres veces en un día

Según se pudo observar, al menos tres veces el exfiscal violó su prisión domiciliaria el día de ayer.

A la mañana había abandonado su domicilio a bordo de una Toyota Prado con chapa BKB 269, propiedad de su suegra. Regresó aproximadamente a las 11:30.

Volvió a salir a bordo de la misma camioneta una hora después, alrededor de las 12:30. A las 13:22 volvió a su domicilio, pero ya a bordo de la Fortuner.

Mientras tanto, el movimiento de preparación para la fiesta que se avecinaba era incesante.

“Significativamente corrupto”, según EE.UU.

En noviembre pasado, el gobierno de los Estados Unidos de América prohibió el ingreso de por vida a Díaz Verón y su familia directa, por considerarlo “significativamente corrupto”.