Guzmán, cuya extradición fue autorizada por la cancillería mexicana en mayo de 2016, es requerido por tribunales estadounidenses por cargos que incluyen delitos como lavado de dinero, asociación delictiva, y delitos contra la salud, entre otros.

Joaquín Guzmán Loera pasó su primera noche en una prisión de Estados Unidos tras haber sido derrotado en un juicio contra su extradición que, incluso, llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Tras salir del penal número 9 de Ciudad Juárez, Chihuahua fue conducido vía aérea a la Unión Americana, donde el gobierno de ese país finalmente decidió que fuera llevado al Aeropuerto MacArthur de Long Island, donde fue recibido y custodiado por agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA).

Será en las próximas horas cuando El Chapo Guzmán sea presentado ante una Corte estadunidense para que se inicien los procesos jurídicos derivados de las seis acusaciones que se le imputan por narcotráfico y lavado de dinero.

El Chapo escapó de una cárcel de máxima seguridad por primera vez en 2001 y luego pasó más de una década prófugo antes de ser recapturado. Pero volvió a fugarse en 2015 a través de un túnel de kilómetro y medio (una milla) de longitud que llegaba a la ducha de su celda. Finalmente, el 8 de enero de 2016 fue detenido en Sinaloa por la Marina Armada de México.

Como líder de la organización tenía el control final y la autoridad para tomar decisiones sobre todas las operaciones y actividades de contrabando de droga de la organización. Además, se beneficiaba financieramente por ser el líder de la organización de tráfico de droga al acumular cientos de millones de dólares por la venta de cocaína en la Unión Americana.