El feminicidio de la adolescente de 16 años, presuntamente a manos de su hermano de 19, con quien mantenía una relación sentimental, se habría dado por un episodio de celos por parte del ahora imputado, según la Fiscalía. Además, existirían antecedentes de otros episodios de violencia entre los dos hermanos de madre que habían conocido recién hace unos cinco años.

Gladys González, fiscal que investiga el feminicidio de la adolescente de 16 años asesinada de un tiro presuntamente por su hermano de 19 años, tendría como hipótesis central que el hecho se dio debido a los celos por parte del ahora imputado.
La teoría de la agente fiscal se basa en testimonios de amigos tanto de la víctima como del presunto victimario, que aseguran ya hubo episodios anteriores de violencia por parte del joven de 19 años hacía su hermana, con quien mantenía una relación sentimental, según aseguran los testigos.
Según relató la fiscala al programa Crimen y Castigo de ABC TV, los testigos declararon que la relación entre los hermanos era vox populi, sin embargo los padres en todo momento negaron conocer esta situación.

Una de las declaraciones incluso habla de una amenaza con un arma de fuego anterior por parte del ahora imputado hacia su hermana, en un episodio anterior de violencia por celos, considerando además que él tenía acceso tanto al teléfono de ella como a sus redes sociales.
La agente del Ministerio Público afirmó sobre el ahora imputado que este se había llevado el celular esa noche.
“Él, cuando la adolescente fue llevada al hospital, limpió toda la escena, todo el dormitorio.
Una de las amigas declaró que cuando ingresó al dormitorio tras al velorio, le llamó la atención el orden de la pieza, siendo que la víctima era muy desordenada. Llevó el arma, el celular de ella y el celular del imputado también desapareció”, dijo la fiscala.
La fiscal Gladys González asegura que su hipótesis se basa en que en el celular habría elementos que desencadenaron las circunstancias, considerando que él tenía el código debacceso al celular de ella. Sabía el código para el Instagram, Facebook, y se presume que tuvo una discusión a raíz de un mensaje que obtuvo de ese celular.
El celular será sometido a pericia. En el teléfono no hay registros de mensajes entre ellos, pero sí registros de videollamadas y llamadas por WhatsApp.
Hermanos que se conocieron hace cinco años
Según relató la fiscal, el joven imputado conoció a su hermana cuando él tenía 14 años de edad. El presunto feminicida vivió con el padre biológico desde los 12 años en Luque, y desde entonces había perdido contacto con la madre.
Recién vuelve a contactar con la familia materna a través de las redes sociales donde contacta con su hermana (hoy fallecida) y es allí donde la conoce y empieza a frecuentar nuevamente la casa de la madre.
“Se iba a quedarse un fin de semana, a veces toda una semana, inició un relacionamiento fraternal”, dijo a ABC TV la fiscal González. Tanto el joven imputado como la adolescente fallecida compartían un vínculo sanguíneo por su madre, lo que los hace hermanos.

Arma homicida sigue desaparecida
Según la declaración de los testigos, el imputado adquirió el arma el fin de semana anterior al hecho por G. 300.000, un revolver calibre 22, que le fue entregada por uno de los testigos, que actuó de intermediario.
Según la fiscala, este amigo del presunto feminicida no quería dejarle el arma porque tenía miedo que atente contra sí mismo, considerando que lo notó angustiado y con miedo, y por seguridad habría enterrado el arma en el patio.

Luego del hecho, el imputado habría llamado a otro amigo suyo para pedirle que guarde el arma, momento en que la víctima aún estaba en el hospital. Este amigo, al día siguiente, le dice al imputado que le entregue el arma al intermediario. El intermediario retiró el arma y la entregó a su cuñado, quien era el propietario del arma que buscaba empeñarla.
Según la fiscala González, al tratar de ubicar al cuñado del intermediario, se percataron que contaba orden de captura por homicidio doloso y robo agravado.
Ampliación de la imputación
Al consultarle sobre si se podría ampliar la imputación, la fiscala no descartó agregar un presunto abuso o estupro, dentro del ámbito penal, considerando que la relación tuvo lugar desde hace cuatro años aproximadamente, cuando ella tenía 12 años y el 15 años, pero en ese caso también él aún era un adolescente.
Sin embargo, podría encuadrarse dentro de un caso de estupro, al considerar que tienen bases de la relación siendo ella una adolescente de 16 años y él ya adulto de 19 años