SOMALÍA – Un pelotón de fusilamiento ejecutó este martes, en la región semi autónoma somalí de Puntlandia, a dos hombres condenados por violar y asesinar el año pasado a una niña de 12 años, un crimen que en su momento provocó airadas protestas en un país donde los casos de violación son algo «normal», según denunció entonces la organización pro derechos humanos Human Rights Watch, al enfatizar que los perpetradores no son juzgados habitualmente.

El 25 de febrero de 2019, el cuerpo sin vida de Aisha Ilyas, de 12 años, violada en grupo y torturada hasta la muerte, fue hallado en las inmediaciones de su casa en la ciudad de Galkayo.

En este caso, fue la primera vez que Somalía recurre a pruebas de ADN para hallar los culpables de este tipo de delitos. Al menos doce personas fueron detenidas en relación con el crimen, si bien sólo tres fueron declaradas culpables en mayo pasado.

Dos de los tres acusados del crimen, Abdifatah Abdirahman Warsame y Abdishakur Mohamed Dige, fueron ejecutados esta martes por la mañana en una plaza pública de la ciudad costera de Bosaso en presencia de la familia de la víctima, informaron los medios locales. El fusilamiento de un tercer varón, Abdisalam Abdirahman Warsame, hermano de Abdifatah, se retrasó hasta la semana próxima, pendiente de más investigaciones.

El padre de Aisha, Ilyas Adan, se declaró ante los periodistas «agradecido y satisfecho» por el ajusticiamiento de los asesinos de la pequeña. «La justicia ha recaído finalmente sobre mi familia y el alma de mi hija», subrayó el padre.