Uno de los ataques se dio en una estancia ubicada en San Alfredo y otro en Paso Barreto, Concepción. Se presume que los autores son miembros del grupo ACA-EP.

Dos nuevos ataques se registraron ayer en el Departamento de Concepción por parte de miembros de grupos armados.

Uno de ellos se produjo en horas de la tarde, en el interior del establecimiento ganadero denominado San Jose’i, ubicado en la colonia San Alfredo, Departamento de Concepción. Esta es la segunda vez que atacan la misma finca.

El otro ocurrió ya entrada la noche, en la estancia Estrellita, ubicada en Paso Barreto. Primeramente se manejaron datos de que en el sitio ocurrió un enfrentamiento que dejó como saldo víctimas fatales, pero esta versión no pudo ser confirmada por los investigadores de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), hasta el cierre de nuestra edición.

El teniente coronel Luis Apesteguía confirmó los ataques en el Norte y afirmó que grupos operativos de la FTC ya estaban en la zona realizando rastrillajes y levantando evidencias.

Desde la Jefatura de Policía de Concepción también confirmaron los ataques que se dieron en el Norte del país y según los primeros datos que manejan los investigadores, se presume que los autores serían del grupo criminal autodenominado Agrupación Campesina Armada-Ejército del Pueblo (ACA-EP).

quema. En la estancia de San Alfredo, de la empresa ganadera Segasa SA, fue irrumpida por unos cinco a seis desconocidos, armados y con vestimenta de camuflaje, que tomaron de rehenes al peón y a su familia, mientras rociaron con combustible el retiro y una maquinaria pesada, para luego prenderle fuego.

El hecho no registró heridos ni víctimas que lamentar, pero sí cuantiosos daños materiales.

Estos nuevos ataques por parte de grupos armados se suman a otros hechos ocurridos recientemente, como el atentado contra la Comisaría de San Alfredo, el pasado 3 de agosto, donde fueron asesinados dos policías y un guarda civil y la quema del retiro y un camión de la estancia del intendente de San Alfredo, Carlos Ramón Pérez, exigiendo el pago del “impuesto revolucionario”.