Un juez federal de Seattle dio lugar a la solicitud del fiscal general Bob Ferguson para detener inmediatamente la implementación de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump sobre la inmigración en todo el país. Luego, las autoridades de aduana informaron a las aerolíneas que podían aceptar a aquellos pasajeros que estuvieran afectados por el veto.

La Orden de Restricción Temporal permanecerá en vigor hasta que el juez James L. Robart, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, considere la demanda del procurador general en contra de las cláusulas clave del decreto del presidente.

Si la idea de Ferguson prevalece, la orden ejecutiva quedará invalidada permanentemente en todo el país. Por ende, es el fallo más abarcador de los que se dieron hasta el momento. Sin embargo, aún se están analizando los argumentos del fiscal.

El juez Robart, quien fue nominado a la corte por el presidente George W. Bush en 2003, dictaminó que Ferguson había cumplido con los altos estándares necesarios para bloquear la orden ejecutiva hasta que el tribunal llegue a los méritos de la demanda.