El expresidente Mario Abdo Benítez, a través de su abogado César Trapani, presentó este jueves por la mañana el anunciado pedido de desafuero como senador vitalicio y someterse así al proceso en la denuncia impulsada por Horacio Cartes. “Este es un caso atravesado por engaños y artimañas”, sostuvo el defensor.

Luego de que el Ministerio Público presentara acusación formal contra exfuncionarios del gobierno de Mario Abdo Benítez, ayer el exmandatario había anunciado que se despojaría de sus fueros como senador vitalicio para someterse igualmente al proceso impulsado por Horacio Cartes por supuesta divulgación de secretos.

El cartismo el año pasado había fracasado en su intento de desaforarlo y en respuesta se desató una crisis institucional con el “desdesafuero” de Erico Galeano y Hernán David Rivas. Finalmente, este jueves, los abogados defensores del exmandatario presentaron el pedido para que le retiren los fueros.

“Mario Abdo Benítez ha decidido formalizar esta decisión y es un mensaje muy potente para toda la ciudadanía, entendiendo la importancia del momento”, sostuvo César Trapani.

Lo que dice el documento dirigido al presidente del Congreso

“Me dirijo a usted, en mi condición de senador vitalicio de la Nación, con el fin de solicitar que la Honorable Cámara de Senadores autorice mi desafuero para ser sometido al proceso relativo a la causa N.º 6898/2023.

“Hace exactamente un año, el 13 de marzo de 2024, el país entero fue testigo de cómo el Ministerio Público se había convertido en instrumento de un proyecto de persecución política. Los intercambios de mensajes, con una elocuencia notable, dejaron ver la ejecución de un plan diseñado para castigar injustamente a funcionarios que cumplieron con su deber de luchar contra la delincuencia organizada.

“Con la divulgación de semejante desvergüenza, y la consagración de su impunidad, el Ministerio Público, ese órgano que colocamos en el corazón del sistema penal para resguardar los derechos y garantías, terminó por extinguir la confianza de la ciudadanía. Y es que en tiempos en los que la credibilidad de todo el sistema institucional está en entredicho, más que nunca, las decisiones de los jueces y fiscales -además de serlo deben ser apreciadas como justas por los ciudadanos. Y eso siguen sin comprenderlo.

“Debemos revalorizar el imperio de la ley como carta de navegación para guiar los destinos del país. Frente al riesgo de que queden completamente sometidas, tenemos la obligación moral de reafirmar con nuestra palabra y nuestros actos que las instituciones democráticas no son propiedad de nadie. Por el contrario, son la base de una convivencia colectiva en la que nadie es más que nadie. La decisión de solicitar a la Cámara de Senadores mi desafuero, a pesar de haberse comprobado su falta de mérito al tratarse de una farsa, se inscribe en la convicción de revalorizar el trabajo de todos los servidores públicos patriotas que garantizan nuestra forma de vida en democracia”.

El abogado asegura que la decisión de Abdo, de pedir su desafuero, se basa en su convicción política y no en el contexto parlamentario. “Tiene que ver con la apreciación que hay de las condiciones institucionales en el funcionamiento de la administración de justicia”.

Por su parte, Enrique Kronawetter, también defensor de Abdo, indicó que un expresidente se pone en lugar de la ciudadanía común que podría sufrir las consecuencias de una persecución inmisericorde. “Él se somete para dar el ejemplo, dando señales de valentía al enfrentar a la coyuntura nefasta”, refirió.