Aníbal Gómez Caballero denunció intimidación por parte del diputado Santiago Benítez, suplente de “Lalo” Gomes, tras cuestionar su llegada al Congreso.

Un grave enfrentamiento entre poder político y prensa sacude a Pedro Juan Caballero, con denuncias de amenazas e intimidación que vuelven a poner en evidencia los peligrosos vínculos entre la política y el narcotráfico en la zona fronteriza. El periodista Aníbal Gómez Caballero denunció que el diputado Santiago Benítez (ANR), suplente del fallecido legislador Eulalio “Lalo” Gomes, envió un emisario a su domicilio para silenciarlo.

Según la versión del comunicador pedrojuanino, el mensaje transmitido por el supuesto emisario del legislador fue claro y directo: pedirle en forma “amistosa” que se olvide del diputado y no hable más de él. Esta situación desató un cruce de acusaciones que escaló rápidamente cuando Benítez calificó a Gómez Caballero como “narcoperiodista”, sugiriendo que habría recibido dinero del extinto parlamentario Lalo Gomes.

El legislador Gomes, cabe recordar, fue abatido por fuerzas policiales durante un allanamiento a su residencia en horas de la madrugada en agosto pasado, en un operativo que generó múltiples controversias sobre los procedimientos utilizados por las autoridades en la lucha contra el narcotráfico en la región.

En una entrevista con Radio Monumental 1080 AM, el periodista negó categóricamente las acusaciones del diputado y contraatacó con dureza. “El esquizofrénico diputado Benítez, que se embarró tanto y ya no sabe cómo salir de todas las cosas que viene diciendo, empieza a acusar con acusaciones muy temerarias”, expresó Gómez Caballero, quien además aseguró que “es él quien siempre recibió dinero”.

Las declaraciones del comunicador ponen en tela de juicio la legitimidad política del actual diputado. “Él no hubiera sido diputado si no era por Lalo Gomes. Lalo fue quien sumó los votos para que él sea el suplente número uno”, señaló enfáticamente, agregando que Benítez “también tuvo directa relación con la narcopolítica”.

La supuesta amenaza habría surgido como respuesta a los cuestionamientos del periodista sobre la forma en que Santiago Benítez llegó a ocupar su banca en la Cámara de Diputados. El comunicador fue más allá al afirmar que tanto para declinar de su candidatura como para ser suplente de Lalo, Benítez “había sido pagado”.

Este conflicto se suma a otra controversia reciente en la que Benítez señaló al gobernador de Amambay, Juan Acosta, como parte de la estructura del crimen organizado que opera en la frontera paraguayo-brasileña. En respuesta, la autoridad departamental calificó al diputado como “charlatán» y “extorsionador», una caracterización que Gómez Caballero refuerza al manifestar que el legislador “creció en base a la extorsión y chantaje”.

Mientras las autoridades nacionales no han emitido pronunciamientos sobre estas graves acusaciones cruzadas, la ciudadanía fronteriza continúa atrapada en un clima de incertidumbre y temor, donde denunciar posibles vínculos entre política y narcotráfico puede convertirse en un acto de riesgo para quienes ejercen el periodismo.