Trump lanzará a los funcionarios federales en la tarea de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México, llamará darle un impulso a las fuerzas de patrulla fronteriza y buscará aumentar las deportaciones de inmigrantes indocumentados mediante la firma de dos decretos durante una visita al Departamento de Seguridad Nacional, la agencia que implementará esas acciones.

Los decretos también buscarán poner fin a las ciudades santuarios y a la práctica de liberar inmigrantes indocumentados detenidos por funcionarios federales antes del juicio.

Estás medidas prenden las alarmas en los círculos de activistas de inmigración, donde las preguntas siguen girando alrededor de si Trump realmente implementará muchas de las políticas de inmigración de línea dura que articuló durante su campaña. Las acciones planificadas de Trump no ponen en duda que su política de inmigración como presidente será la de su campaña.

Por ejemplo, ya no quedaban muchas preguntas sobre si Trump realmente presionaría para aumentar las deportaciones de inmigrantes indocumentados. Una de los decretos de Trump exigirá triplicar las «operaciones y agentes de imposición y remoción» de la Agencia de Inmigración y Aduanas, encargada de arrestar y deportar a los inmigrantes indocumentados que viven en los Estados Unidos.

En su decreto Trump también pidió un aumento de 5.000 personas en el personal de Aduanas y Protección Fronteriza.