Se trata de la indemnización por divorcio más alta de la historia del Reino Unido.

El emir de Dubai, Mohammed sin Rashid al Maktum, afrontará la indeminización por divorcio más alta de la historia del Reino Unido. La justicia ha fijado en 550 millones de libras -645 millones de euros- la cantidad que debe pagar tras separarse de su sexta esposa, la princesa Haya, con quien comparte dos hijos.

Para ella, hija del fallecido rey Hussein de Jordania, serán 295 millones de euros mientras que sus descendientes, Jalila, de 14 años, y Zayed, de 9, se beneficiarán de pagos continuos, con una garantía bancaria de 340 millones de euros. Este dinero servirá para asegurar su manutención mientras sean menores de edad y para que puedan gozar de seguridad financiera cuando sean adultos.

Además, deberá abonar 3,5 millones para la educación de los niños y 11 millones más por retrasos en la manutención. La sentencia del Tribunal Superior de Londres llega tras una ardua batalla judicial. Una supuesta infidelidad de la princesa motivó el fin del matrimonio y la huida de ella del país.

Previamente, había pagado 7,8 millones de euros de la cuenta destinada al cuidado de sus hijos a cuatro miembros de su servicio de seguridad que habían amenazado con desvelar su aventura con uno de sus guardaespaldas, Russell Flowers. «Tenía mucho miedo y era el único dinero disponible dada la cantidad», aseguró ella.

En efecto, el juez sostiene que el peligro existía, existe y existirá. «Va a ser un claro y presente riesgo para el resto de su vida, tanto por parte de su exmarido o por terroristas o por otras amenazas a las que se enfrenta una princesa de su posición».

El emir ordenó en el pasado el secuestro de su propia hija Latifa, capturada cuando huía en un yate en las costas de la India y su hermana Shamsa. Ambas fueron devueltas a Dubái y mantenidas cautivas.

La fortuna de Mohammed sin Rashid al Maktum, de 73 años, es en apariencia ilimitada. Posee quince residencias diseminadas por todo el planeta, un yate de 450 millones de euros, treinta mujeres… Un regalo habitual para su hijo de 9 años es un coche lujoso, un ritmo de vida que su madre pretende perpetuar.