A pesar de la presión de los campesinos y de la promesa de respetar la decisión del Congreso, el presidente de la República, Horacio Cartes, cambió de opinión y decidió vetar el proyecto de ley de subsidio que fue una iniciativa del Frente Guasu.

El oficialismo colorado, liderado por el presidente, buscó desmarcarse de la postura de los luguistas que plantearon la ayuda económica a todos los productores sin mencionar en su proyecto cuánto es el dinero a ser subsidiado ni cuántos serían los beneficiados.

Globo sonda. Una vez sancionado por ambas cámaras, corrió la versión de que el mandatario promulgaría el texto aprobado, ya que sus principales voceros, la senadora Lilian Samaniego y el diputado Pedro Alliana, anunciaron que Cartes les había dicho que no lo vetaría.

Sin embargo, para sorpresa de los campesinos y de los propios aliados al cartismo, el jefe de Estado decidió vetar el proyecto generando el enojo de Lugo.

“A solo cinco meses de las primeras elecciones, lo más fácil sería hacer lo mismo que ellos y dejar pasar esta ley de condonación, pero mi compromiso es con el bienestar de todos los paraguayos y eso está por encima de todo”, sentenció el titular del Ejecutivo la semana pasada.

También se alejó. El ex obispo también marcó línea de manera a despegarse del cartismo por esta nueva situación y criticó fuertemente al mandatario y también a los medios de prensa que coincidieron con el veto presidencial.

“Fue gracias a ustedes, porque una gran arremetida mediática a mucha gente convenció de que los campesinos son haraganes, que no producen, que solamente quieren condonación. Solo ustedes y los personeros del Gobierno hablan de condonación”, señaló Lugo.

Con este nuevo escenario, en el Senado ya no existiría la misma cantidad de votos que se tuvo para su aprobación; es decir, no llegarían a los 23 votos necesarios para rechazar el veto presidencial.

La división que se generó en la sociedad respecto a conceder el subsidio a los campesinos hizo que varios senadores cambiaran de postura.

Muchos consideran que esta ruptura sirve para lavar en la oposición la imagen procartista que tenía Lugo.