Familiares de doña María Juana Roy, fallecida en Concepción, siguen sufriendo una
verdadera odisea para llegar hasta Puerto Diana, Bahía Negra, donde desean sepultarla. La
ambulancia en que está siendo llevada hasta su comunidad quedó varada a unos 120
kilómetros de su destino debido al pésimo estado del camino. El cuerpo ya comienza a
despedir olor, debido a que desde el jueves de madrugada está en tránsito en medio de un
trato humillante de las instituciones que atienden al sector indígena.

La mujer indígena en vida sufrió en carne propia la indiferencia del Estado, pues fue trasladada de manera precaria desde el Hospital de Fuerte Olimpo hasta el Hospital Regional de Concepción, donde finalmente falleció. Allí, la humillación fue peor, pues su cuerpo fue colocado en un féretro de pésima calidad y trasladado en la carrocería de un vehículo. Cristino Miranda, su hijo, confirmó que la gestión de este primer “traslado fúnebre” lo gestionó el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi).

Miranda dijo que partieron de Concepción en horas de la madrugada de ayer hasta la localidad de Vallemí, allí bajaron el féretro y bajo la sombra de un árbol aguardaron por varias horas el bote del hospital de Puerto Casado para cruzar el río.
Una vez en territorio chaqueño, abordaron la ambulancia del Hospital de Bahía Negra que ya estaba aguardando en el lugar para iniciar el largo recorrido de unos 350 kilómetros y así llegar hasta Puerto Diana, donde quieren darle una sepultura digna a doña María Juana Roy.
Partieron ayer alrededor del mediodía y por el camino ya se produjeron las precipitaciones, lo que hizo aún mas difícil el viaje, atendiendo a la precariedad de los caminos de la zona y, sobre todo, la tremenda desigualdad a la que son sometidos los nativos, quienes son abandonados a su suerte.
Anoche, don Cristino -junto con el cuerpo de su madre- pudo llegar hasta la localidad de Toro Pampa del distrito de Fuerte Olimpo, donde se encuentra actualmente sin poder continuar viaje, pues los 120 kilómetros restantes están en pésimas condiciones debido a las intensas lluvias.
En medio del dolor por la pérdida de su madre y el trato humillante al que es sometido, Cristino pide encarecidamente a las autoridades departamentales  que lo ayuden para salir hacia la población de Fuerte Olimpo, distante a 60 kilómetros de donde están y, una vez allí, ir por agua hasta Bahía Negra para poder darle por fin una sepultura a la mujer.
Atendiendo a que ya transcurrieron varios días del fallecimiento, el cuerpo comienza a despedir olores desagradables en el interior de la ambulancia, que se encuentra frente a la Comisaría de Toro Pampa.
Este trato denigrante y sobre todo humillante fue repudiado en las redes sociales, teniendo en cuenta que justo a la misma hora en que Cristino estaba bajo un árbol con el cuerpo de su madre a un costado, el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, utilizaba para fines proselitistas un avión de la Fuerza Aérea.