El diputado Nazario Rojas (ANR, cartista) es el segundo parlamentario en querellar a su colega Celeste Amarilla (PLRA) por acusaciones vertidas ante el pleno de la Cámara Baja, según la Constitución Nacional, le amparan los fueros. Rojas se suma a “la madrina del norte”, Cristina Villalba (ANR, cartista), que la semana pasada tomó la misma determinación.

De hecho, Nazario Rojas y Cristina Villalba están patrocinados por el abogado Óscar Tuma (exdiputado) y ambas querellas ante el fuero civil son por supuesta “calumnia, difamación e injuria”. El juez asignado para la causa es Carlos Manuel Hermosilla.

El texto de la querella afirma que la diputada incurrió en estos delitos al especular que Rojas estaba salpicado por presuntos vínculos con el narcotráfico, al haber sostenido tanto en entrevistas ante medios de prensa y ante el pleno de Diputados, entre otras cosas que, además del exdiputado Juan Carlos Ozorio (ANR, oficialista), que “todavía falta un pez gordo que está en el equipo de Honor Colorado” y que “gente de la Senad me pasa algunos datos, otros de los nombres es Nazario Rojas”.

Rojas tampoco aceptó que supuestamente Celeste Amarilla se haya retractado  , por lo que insiste en su querella. Nazario Rojas, diputado por el departamento de Cordillera, rechazó en plena sesión las acusaciones en su contra.

En sus peticiones, Rojas exige el desafuero y luego la condena, donde se imponga “la máxima pena que le corresponde”, así como que el juzgado establezca un monto en cuanto a compensación económica.

Como antecedente, el diputado cordillerano fue acusado por su expareja Hilda Ayala de intento de asesinato luego de que un presunto sicario irrumpiera en un aula de clases y fallara en su objetivo de asesinarla, ya que contra quién gatilló el arma realmente era la profesora Idalina Limenza, a quién confundió con la expareja del legislador.
En el mismo hilo de las denuncias hechas por Amarilla, también se mencionó a Cristina Villalba, que es citada en un informe del Congreso por sus presuntos vínculos con la narcopolítica.

Amarilla fue querellada por la misma por, entre otras cosas, recordarle que había dialogado con el instigador del asesinato del periodista Pablo Medina, Vilmar “Neneco” Acosta, exintendente de Ype Jhú y su ahijado político, cuando este estaba prófugo tras el crimen.