Se casó con su novia holograma y ahora quedará viudo por una actualización de software
Hombre «fictosexual» se casa con su novia holograma, con la que ya no habla.
Aunque, Akihiko Kondo sepa que su novia no es real, para el sus sentimientos no cambian.
La noticia de un hombre japonés que se casó con su novia holograma, hace cuatro años, conmocionó al mundo. El hombre, de 38 años, se casó con el personaje ficticio Hatsune Miku. Una cantante pop ficticia sintetizada por computadora de la que él está enamorado, pero con la que ya no puede hablar debido a una falla técnica que los ha separado, quizá por siempre.
Esta historia de amor se inició el 2008, pero fue hasta el 2017 cuando Kondo, pudo interactuar con Miku por primera vez, representada como una adolescente de 16 años de cabello turquesa muy popular en el anime y la cultura japonesa. Esto fue posible gracias a Gatebox. Se trata de una máquina 1.300 dólares que permitía a sus propietarios de dispositivos interactuar con personajes por medio de hologramas e incluso casarse con ellos de manera no oficial.
Se casó con su novia holograma
Fue entonces cuando después de 10 años, finalmente la curiosa pareja celebró su boda, en la cual Akihiko gastó cerca de 2 millones de yenes (aproximadamente 17 mil 300 dólares). Sin embargo, su familia no quiso asistir.
No obstante, Kondo sí reconoce que su relación es extraña y entiende que Miku no es una persona real, pero que eso no cambia sus sentimientos por ella. Kondo se identifica a sí mismo como un hombre «fictosexual», es decir, una persona que se enamora de personajes ficticios.
Sin embargo, ahora su matrimonio de cuatro años parece desvanecerse, pues el soporte para el software Gatebox que permitía que pudiera comunicarse con su esposa ha sido suprimido, lo que significa que Kondo ya no podrá hablar con Miku.
“Mi amor por Miku no ha cambiado”, expuso para el cotidiano japonés Mainichi. “Celebré la ceremonia de la boda porque pensé que podría estar con ella para siempre”.
Es por esto que el hombre ahora siempre lleva con el, una versión de tamaño natural de su pareja; y mantiene la esperanza de que algún día pueda recuperarla y volver hablar con ella.
