El presidente de Brasil se llenó de cuestionamientos tras descartar cese del la vida laboral en el país por el avance del coronavirus COVID-19 y dijo que «algunos van a morir, lo siento, así es la vida».

Los dichos del mandatario se dieron en entrevista con Band TV, donde abordó la contigencia que atraviesa el país sudamericano producto de los brotes de contagio.

En esa línea, manifestó que «Brasil no puede romperse debido a un virus (…) el mayor remedio para la enfermedad es el trabajo. Aquellos que pueden trabajar, tienen que volver a trabajar. No pueden esconderse, permanecer en cuarentena, no sé cuántos días días en casa».

«Algunos van a morir, van a morir, lo siento, así es la vida. No se puede detener una fábrica de automóviles porque hay muertes en el tráfico«, añadió a modo de ejemplo.

Y afirmó que «para el 90% de la población, esto será una gripe o nada«.

«Mucha gente me criticó, pero hoy mucha gente piensa que todo esto es histeria. Hay que deshacer este clima de pánico -el pánico también es una enfermedad- y volver a la normalidad«, agregó.

«Estamos haciendo nuestra parte. Creando camas en la UCI, comprando respiradores, pero Brasil no puede pensar solo en el coronavirus. Hay personas con cáncer, con cálculos renales, las mujeres embarazadas van a dar a luz», añadió el mandatario.